Cómo limpiar las diferentes puertas
Contenido
¿Cuándo se deben limpiar las puertas de interior?
Se trata de puertas que no hay que olvidar durante las tareas de limpieza, por lo que importante tratarlas con cierta periodicidad, ya que suelen acumular polvo y suciedad. Cuando se limpien puertas y habitaciones la misma mañana, se aconseja no comenzar por las puertas, como tienden a hacer bastantes personas. Si se sigue este orden, cuando se pase a la limpieza de la habitación, la puerta recibirá polvo, por lo que si se desea que quede bien habrá que ocuparse de ella en una segunda ocasión el mismo día.
¿Cómo se limpian las puertas de madera?
El primer paso que se debe dar en la limpieza de todo tipo de puertas, consiste en utilizar un trapo húmedo para eliminar el polvo atrapándolo y sin esparcirlo. A continuación, ya se puede usar el producto específico para cada tipo de puerta en función del material con el que se haya fabricado.
Este producto se debe verter en un recipiente con agua, e impregnar un trapo de microfibra en la mezcla, con el cual se limpiará la puerta después de escurrirlo. Hay que pasarlo por la puerta siguiendo las vetas de la madera con suavidad, y a continuación secar la puerta con otro trapo, de modo que obtenga brillo. En esta limpieza la parte inferior y superior de las puertas, así como sus cercos no se deben olvidar, ya que es ahí donde se suele acumular polvo y pelusas.
¿Se pueden utilizar productos naturales en las puertas?
Sí. Se mezclará la misma cantidad de vinagre y de aceite de oliva, y se aplicará a la puerta por medio de círculos. A la puerta se le dará brillo con un trapo seco, después de haber esperado al menos 30 minutos para que la mezcla se seque.
¿Qué productos se pueden usar para las puertas lacadas?
Estas puertas se pueden limpiar con un método casero como es la mezcla de jabón neutro con agua. Las manchas que no se eliminen de este modo se pueden tratar pasando un trapo suave impregnado en alcohol y agua. Estas puertas también se pueden limpiar, siempre muy suavemente, humedeciendo un trapo de algodón en un recipiente, donde se haya diluido previamente en agua un producto multiusos no abrasivo. En este caso es preciso tener un especial cuidado, y no equivocarse en el producto elegido, ya que podría desgastarlas y degradarlas.
¿Y para las de cristal?
El primer paso consiste en comenzar eliminando el polvo usando un trapo o incluso papel de cocina. Después ya se puede limpiar el cristal con un producto multiusos para cristales, o un limpiador especifico. El cristal se puede tratar mezclando amoniaco y agua, una solución que proporciona muy buenos resultados y que es muy adecuada para quienes prefieran optar por una alternativa más natural.
¿Cómo se pueden limpiar las manillas?
Ésta es una parte de la puerta que no se debe olvidar, al almacenar un importante cúmulo de bacterias. Esto ocurre porque suelen ser utilizadas por muchas personas en un solo día. Un buen método de limpieza es pasar por ellas un trapo con vinagre, y secarlas a continuación con la finalidad de que recuperen su brillo.